miércoles, 7 de noviembre de 2012

HISTORIA DE LA IGLESIA

"No se Ama lo que no se Conoce"


El 11 de octubre de este año marca el inicio de una celebración muy importante para nosotros que vivimos nuestra fe católica.
El año de la fe es más que una invitación, un llamado que nos hace nuestra Madre la Iglesia.
¿Quiénes están convocados?  ¡Todos los bautizados!
Es con amor que la Iglesia nos llama a volvernos al Amor que es Jesucristo. Es un tiempo durante el cual la Gracia Divina desea verter sobre el corazón de los creyentes una fuerza que no es otra que la del Espíritu Santo y así, renovados en nuestro bautismo, podamos rescatar "el primer amor".
¿Quién no recuerda el día de su Primera Comunión?
Como ésta, seguramente más de una vez has hecho la experiencia del toque de Dios. Así pues, recordando y valorando "con qué Amor hemos sido amados y a qué precio hemos sido salvados", los hijos de la Iglesia celebramos la fe acogiéndola, celebrándola y, por qué no decirlo, descubriéndola.




San Agustín afirma: "Sólo se ama lo que se conoce" y declarándolo nos acerca a una verdad simple y contundente. Al ser el hombre un ser de deseo (en el amor), su corazón y sus afectos se vuelven siempre a aquello que le apasiona. Poseemos una naturaleza que está herida por el pecado, lo sabemos. El pecado ES UN ERROR porque es contrario al bien que nos es propio.
Esta fractura de la inteligencia y la voluntad que son secuestradas por las pasiones que se desvían, nos procuran una tremenda falta de libertad. Como dice san Pablo: somos esclavos. Pero también dice: "para ser libres nos liberó Cristo" y también el Señor nos dice: "Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres"



Conocer la Fe es algo indispensable, es fundamental para el creyente. Tener fe no es creer en algo que ocurrirá, no es tampoco, como muchos de manera irónica plantean, aceptar algo que se opone a la razón. No es un reconocimiento intelectual que el hombre otorga a lo que no entiende o a lo que no puede demostrar. La fe primero que nada ES UN DON de Dios que nos permite aceptar una Verdad ante la Autoridad de la Revelación Divina. Creemos las Verdades que Dios ha revelado no porque ellas sean claramente evidentes para nuestra razón en sí, sino porque Él lo ha dicho, porque se apoyan en la Autoridad de Dios que no puede engañarnos ni engañarse.

Así pues, queridos hermanos y amigos, tenemos por delante un bello programa para este año: redescubrir nuestra fe.
¡Que no la tienes!  ¡PIDELA!... 
Ya te decía, es un don y Jesucristo nos invita con confianza a pedir: "Pidan y se les dará, busquen y encontrarán. Porque el que busca encuentra y al que llama a la puerta se le abrirá". Mt 7,7-12
 
Es necesario antes de revisar la Catequesis del Credo asegurarnos de renovar el Kerygma. ¿Qué cosa es eso? Es el ABC de la Fe cristiana. Son los hechos que han ocurrido y mediante los cuales es posible que el hombre sane al punto que viva en el bien que desde el origen le es propio. Cristo se hizo hombre, murió por mis pecados y resucitó al tercer día y venciendo a la muerte me ofrece libertarme de mi pecado y restaurarme haciéndome una nueva criatura a la que se añade por virtud de la gracia la vida en el Espíritu Santo. En Cristo hemos sido adquiridos por Dios de tal modo que ahora somos sus hijos de adopción.
No hay mayor don que este. Tomar consciencia de ello es la razón de nuestro júbilo y esperanza perfecta.
 
Conocer el Credo, saber la Catequesis, no me asegura una vida nueva. Si mi corazón no es habitado por la Persona de Cristo ¿en virtud de quién podré decir a estas "montañas" que se hagan a un lado para continuar el camino de la bienaventuranza a la que Dios me ha destinado?
Es así que el primer paso es volver a Cristo, A LA PERSONA DE JESUCRISTO, volver al primer Amor, este Amor que hace que pueda amarme y amar a los demás con justicia y rectitud... sin excesos... sin defecto. Este Amor que sustenta mi Esperanza y que la torna inquebrantable.




Ya firmes en la Fe, instaurados en la misma Persona de nuestro Señor Jesucristo, es necesario el compromiso con la Comunidad. El ser humano ha sido creado por Dios para la Comunión. Uno de los sufrimientos más espantosos de nuestros tiempos es la soledad en la que se encuentran muchas personas. No son solamente los ancianos que son puestos de lado como si fueran cosas que ya no sirven. Son también los hijos para los que muchos padres no tienen el tiempo de amar. Ellos no lo saben. Creen que lo hacen, pero no entienden que las cosas no remplazan al amor. Por eso, los hijos se han perdido en diversas experiencias de muerte buscando el amor que no encontraron donde debían. Es la soledad de las parejas destruidas que buscan rehacer una felicidad que no consigue ser tal porque está plagada de condiciones y cálculos que se esbozan para no sufrir, o por lo menos para sufrir menos.
Terrible paradoja, espantoso error que nos hace sufrir aun más y lo que es peor, de un sufrimiento al cual no le podemos dar un norte porque no proviene de la Providencia permisiva de Dios sino antes de nuestra necedad y obstinación que tanto se parece a la del hijo pródigo que embriagado de deseos de goces desordenados despilfarró sus bienes a causa de la inmediatez. Lc15,11-32

¡Es necesario fortalecer a la familia y es necesario volver a la Iglesia!  Somos comunidad de fe y de amor. Esa es nuestra identidad y allí tenemos nuestras raíces y nuestras alas para que la vocación que todos hemos recibido pueda desplegarse con generosidad. Nada en esta vida nos dará mayor plenitud de felicidad.





Hay no pocas personas que dicen: "Yo soy católico pero a mi
 manera"
¿Existe una manera de ser católico...? ¡Sí!  Y literalmente es UNA SOLA MANERA. Es a la manera de Jesucristo. El Señor ha dicho: "El que no está conmigo está contra mí". Lc11,23
Cuando alguien dice ser católico según su modo no dice otra cosa que tiene sus condiciones. Curiosamente esas condiciones no van nunca en el sentido de la virtud o de la santidad sino por el contrario siguen los pasos del que quiere vivir con un dios que se acomode a esas condiciones que él impone. Este es el origen de las sectas.
También no son pocos los que dicen "yo seré un buen católico el día que la Iglesia cambié, que salga de ese atascamiento medieval en el que todavía se encuentra". Esa es una manera diferente de decir lo mismo. El problema es que quien dice eso está convencido que la Iglesia se encuentra en el error. De allí que la Iglesia "debería cambiar". Pero eso es otro grave problema que tiene que ver con la percepción de la realidad. "No es la Iglesia que tiene que cambiar sino que soy yo que debe de hacerlo". Da razón de esto mi propia vida.
Sumemos a todas estas "razones" otras más que son reales y pasan por una mala experiencia con personas puntuales: 
  • "El cura me trató mal", 
  • "Me juzgaron en el grupo al que pertenecía", 
  • "Tal persona me traicionó" 
  • "Me ha decepcionado, prefiero vivir mi fe yo solo y con Dios...". 
  • La lista puede ser más larga por eso lo resumiremos con un etcétera.
Por un lado esto pone en evidencia la tremenda responsabilidad que tenemos frente a nuestros hermanos cuya fe aun no se ha fortalecido, pero por otro lado nos muestra que somos inmaduros y que concebimos la fe bajo el parámetro de la afectividad y de la respuesta de los demás.

Nuestra fe se orienta hacia la persona de Jesucristo. Es en Él que yo he puesto todas mis esperanzas seguro que no me traicionará ni me decepcionará. II Timoteo 1,2 
Y respecto a mis hermanos la mirada que corresponde es la de encontrar en ellos a Cristo pero sin olvidar que tanto ellos como yo somos pecadores, es decir que poseemos una naturaleza herida, que falla y que está en proceso de restauración.
Aun si me parece que ese proceso en el otro dura una eternidad no puedo someter la fe a Dios a las acciones o reacciones de mi prójimo. Conviene entonces madurar y conviene del todo no juzgar y recordar lo del salmo 50: "De la culpa nací. Pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero..." 




Conocer la Historia de la Iglesia es otro de los fundamentos que nos permite amarla más y mejor y se ama a la Iglesia cuando amamos a nuestros hermanos. También este conocimiento nos da una perspectiva nueva gracias al testimonio de tantos hombres y mujeres que, durante más de 2000 años, han vivido sus vidas para Cristo en la Iglesia y han dejado una huella que ahora nos resulta no solo de gran ayuda sino también, cómo no, una fuente de inspiración y un testimonio formidable. También conocer la historia de la Iglesia nos da consciencia de su realidad no solo Divina sino también humana y nos recuerda que todos somos responsables de que la Gloria de Dios se refleje en cada uno de estos miembros que forman en conjunto el "Cristo total".


Por ello y por otras razones que tienen que ver con esta capacidad de ASOMBRARSE frente a las obras de Dios, es que te propongo querido lector acercarte a la evidencia que nos ha dejado la historia. Cristo se encarnó en el seno Virginal de María y desde ese instante el mundo y la historia de los hombres ya no será igual. Surge un antes y un después y nuestros días marcados por el tiempo no son ajenos a estos renglones que se siguen escribiendo y de los cuales los hijos de Dios somos los protagonistas.


SINOPSIS

Esta es una serie que ha sido emitida íntegramente por la cadena italiana RAI 1. Este documental abunda en detalles de lo que constituye más de 2000 años de historia de la Iglesia Católica. Tejida de victorias y derrotas, santidad y debilidad, la Historia de la Iglesia es fundamental para comprender por un lado la pedagogía de Dios y por otro lado para valorar y vivir con plena consciencia la fe católica.
Cada DVD consta de cinco capítulos de aproximadamente media hora a los cuales se puede acceder desde el menú principal.
Se trata de un elemento de consulta valiosísimo, tanto para la actividad pastoral como para la catequética, así como para el público en general, ya que conjuga el rigor de los datos históricos, la orientación teológica y eclesiológica con la belleza de sus imágenes y su música, ofreciendo la posibilidad de ver la historia de la Iglesia como una historia sagrada y no solamente como una sucesión de hechos.



FICHA TÉCNICA

Titulo Original: STORIA DELLA CHIESA
Titulo en Español: Historia de la Iglesia
País: Italia (Rai 1)
Género: Documental Religioso
Idioma: Español
Duración: 495 minutos aprox.
Cantidad de Discos: 4 DISCOS DVD
5 capítulos por disco
Menú Principal
Menú de Escenas
Material adicional
Trailers de otros títulos
Formato DVD5
Región ALL





martes, 4 de septiembre de 2012

CRISTIADA

¡VIVA CRISTO REY!


Desde el inicio del cristianismo la Iglesia ha sufrido persecución. Eso es conocido por todos y hasta el Edicto de Milán, el martirio, siendo en sí mismo una gracia extraordinaria por la que los creyentes testimonian de su fe y amor por Cristo, era algo frecuente en la vida de la Iglesia. Luego, la fe cristiana aportó a la civilización occidental y también a parte de la oriental, un sello particular. Desde Bizancio hasta después de la caída del Imperio Romano de Occidente y más adelante en lo que será la Edad media, mejor llamada "La Cristiandad", el mundo conoció una época de oro, no solamente en lo artístico y cultural sino también en el orden social y sobre todo moral y trascendente. Era una sociedad en la que todos los bienes que se lograban y aquellos a los que se aspiraban estaban ordenados al fin último o el bien supremo que es Dios.
Han pasado muchos años desde entonces y la historia de los hombres es tejida de diferentes capítulos en los que leemos las ansias de todas esas generaciones de seres humanos que buscan, aunque por caminos distintos, lo mismo: la felicidad.  En la sociedad del mundo Dios ha sido destronado y en su lugar se yergue el hombre como el centro. El tiempo de los racionalistas y los anticlericales procuró nuevamente y en distintos lugares eliminar la fe de las conciencias humanas.



En México, allá por el año de 1920 se desató la más feroz persecución contra la Iglesia Católica por parte de un gobierno anticlerical. Un gobierno compuesto por masones que abiertamente cambiaron la constitución de ese país y dieron leyes que buscaban arrancar la fe del pueblo cristiano.
Es así que surge un movimiento de resistencia que fue conocido como "Los Cristeros", compuestos por hombres y mujeres de todas las condiciones sociales, especialmente gente pobre del campesinado rural, para quienes el gran tesoro era su fe, la fe que había llegado a América y que fue proclamada no solamente por hombres extranjeros sino por la misma Madre de Dios, la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe. No son pocos los historiadores que aseguran que de no haber sido por aquel signo aparecido en el Tepeyac, la Evangelización de México, centroamerica y todo el continente, hubiera sido una empresa imposible de alcanzar.


Esta fue una guerra cruenta, guerra desigual en muchos aspectos, pero fue también la ocasión de demostrar que "la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos". Lo ocurrido en México por aquellos años ha sido perversamente escondido y ocultado. Uno podría entender que se hiciera por vergüenza de tal abuso pero no fue ni es así. El motivo del ocultamiento de esta parte de la historia del pueblo mexicano es simple y llanamente porque es una historia católica, de coraje y de fe inigualable que pone en evidencia el abuso y la irracionalidad de estas persecuciones contra la fe.


Al presente, aunque las intenciones aparezcan un tanto solapadas, son igualmente de agresivas y apuntan a destruir la fe en el corazón del hombre.  Todo esta "astuta y perversamente orquestado" por el mismo enemigo. Esta maquinación del anticristo que es la organización internacional masónica se manifiesta a través de sendas representaciones en las diferentes facciones y esferas políticas de cada uno de los países del mundo y cómo no, también en el foro mundial de las Naciones Unidas. Ese lugar que nació para luchar contra la barbaridad del genocidio, la guerra y el abuso contra la persona humana, es hoy el lugar donde se promueve los millones de abortos que ocurren en el mundo, la tribuna desde donde se piensa y planea cómo alcanzar la destrucción de la familia a través de las políticas de esterilización y contracepción y también desde donde se promueve la aberración de la "ideología del género" y todo ello afirma la veracidad de la profesía dictada por el Apóstol:
"También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,  sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.  Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.  Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe.  Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;  mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.  Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido"  II Tim 3,1-14

No podemos desconocer estas cosas y simultaneamente al amar la fe debemos estar abiertos a pedir a Dios la aumente en nosotros al punto que poseyéndola no solo la amemos y la hagamos amar a otros sino que la defendamos como el Tesoro del que habla la parábola del Evangelio, por el cual no dudaríamos en entregar todo lo que tenemos para adquirirlo, aun la propia vida.


Guadalajara

  La pregunta de una buena parte del millón trescientos mil mexicanos que han acudido a ver Cristiada (For Greater Glory) durante los cinco fines de semana que la cinta se mantuvo en cartelera ha sido: ¿por qué nunca nos han hablado de estas cosas? Y es que, efectivamente, durante años fue una historia que pocos se atrevían a contar, tanto por el interés de los gobiernos procedentes del perseguidor Calles en sepultar una página de vergüenza y de sangre, como por la imposibilidad de los agraviados de encontrar justicia, que los llevó más bien a mantener en el olvido lo ocurrido antes, en y después de la inhumana guerra cristera.
La película ha redirigido la memoria histórica hacia hechos por largo tiempo ignorados
En 1985, después de casi sesenta años de su inicio, por primera vez una fuente oficial reconoció la magnitud de lo ocurrido: “No olvidemos –diría el presidente Miguel de la Madrid en su informe de gobierno– que aún en los años veinte 200.000 mexicanos perdieron la vida en una guerra religiosa”. Ahora, la película en cuestión ha redirigido la memoria histórica hacia hechos por tanto tiempo ignorados.
La trama se centra en la causa de la guerra: un marco legal que asfixiaba hasta tal punto la práctica de la religión, que llevó a los obispos a indicar que, mientras subsistieran esas leyes y, especialmente la llamada Ley Calles, los sacerdotes no estaban en condiciones de ejercitar su ministerio, pues hacerlo sería tanto como ponerse a las órdenes del Estado. Esto habría de ocurrir a partir del 1 de agosto de 1926.


 Soldados de ideal

Ante la suspensión del culto, profesionistas, pequeños comerciantes, obreros y, sobre todo, campesinos, una vez que habían agotado todos los recursos legales y pacíficos, no vieron otra salida que la opción de las armas.
Poco a poco se fueron multiplicando los grupos de espontáneos que, sin coordinación alguna todavía, combatían al ejército opresor: “soldados de ideal, más que de oficio” los calificaría una revista contemporánea al levantamiento.
A un año de haberse iniciado el movimiento de defensa armada, una asociación cívica nacida para defender la libertad religiosa, la Liga, había de proveer al movimiento de un estratega que les diera cohesión: el general Enrique Gorostieta, militar en retiro que acepta, por un sueldo, encabezar a los levantados.
“Cristiada” consigue reflejar adecuadamente la participación de las mujeres en el aprovisionamiento militar de los cristeros
En muy poco tiempo, Gorostieta hizo de ejércitos volátiles verdaderas unidades militares capaces de cumplir misiones específicas; un ejército disciplinado y obediente con el que se podía contar para el desarrollo de una lenta, pero constante campaña contra el gobierno de Calles. En los lugares ocupados por el ejército libertador –casi siempre solo de manera temporal–, privaba la más estricta disciplina y un gran respeto por las personas y sus propiedades. En la mayoría de los pueblos, la entrada del ejército cristero constituía un verdadero de día de fiesta.


El final de la guerra

La cinta consigue, a través de Andy García, rescatar del olvido la figura de Gorostieta y poner de relieve su insustituible participación en el conflicto armado. Quizá algunos hubiesen preferido que no se utilizara el nombre de personajes reales, pero, por más que existan opiniones encontradas en torno a las licencias cinematográficas con las que se cuenta esta trama, hay una gran coincidencia en que la ambientación general y los rasgos de los personajes principales respetan bastante la realidad histórica. También se consigue reflejar adecuadamente la participación de las mujeres en el aprovisionamiento militar. Sin embargo, para aquellos que la han visto permanece la duda: ¿qué pasó después de la muerte del general en 1929? ¿Quién ganó la guerra?
Más difícil de contar, sobre todo en una película, sería la parte siguiente: el gobierno ofreció no aplicar la legislación anticlerical, los templos se reabrieron al culto, los cristeros entregaron las armas y, a partir de ese momento, el gobierno llevó a cabo una matanza selectiva aniquilando a casi todos los que habían ostentado algún cargo militar, las leyes en algunas regiones del país se tornaron todavía más restrictivas que antes de la guerra, una profunda desilusión embargó a muchos mexicanos que se vieron traicionados.
Los obispos, después de tres años de una guerra que había desangrado una buena parte del territorio nacional y alejado a los sacerdotes de su actividad pastoral ordinaria, hicieron de su parte todo lo posible para que no resurgiera otro levantamiento armado que, sin embargo, en una escala mucho menor, habría de revivirse con poco éxito en algunos estados de la República.


Una página de historia silenciada

El balance final de la película parece positivo: cientos de miles de mexicanos se han acercado a una página de su historia antes desconocida, y al ejemplo de gente corriente, que es capaz de luchar por la defensa de derechos que considera irrenunciables, al grado de poner en riesgo su vida. A esto quizá habría que añadir algo que no para todos es una virtud: su tono hollywoodesco que, al menos, impide que decaiga el interés del auditorio.
Queda mucho todavía por conocer de esta etapa de persecución que arrojó una cantidad tan grande de muertos, dos terceras partes de ellos pertenecientes a la población civil y que, por lo mismo, más que víctimas de la guerra fueron masacrados por el ejército federal en represalia porque de sus ciudades o aldeas se habían engrosado las filas cristeras.
También falta revalorar el papel del Vaticano para denunciar ante la opinión pública mundial las atrocidades que se estaban viviendo en México. Una persecución –diría Pío XI en su encíclica Iniquis afflictisque– “tal que ni en los primeros tiempos de la Iglesia ni en los tiempos sucesivos los cristianos fueron tratados en un modo más cruel”. Si no hubiera sido por esta encíclica, aparecida en los meses que arreciaba la persecución, y por cientos de artículos publicados en una sección fija de L’Osservatore Romano durante estos años, posiblemente el gobierno de Plutarco Elías Calles y sus sucesores hubieran conseguido su labor de confinamiento y exterminio de la práctica religiosa sin que apenas hubiera intervenido la comunidad internacional.
Finalmente, habrá que considerar también el impacto que pueda tener en el público de Estados Unidos For Greater Glory, estrenada allí el 1 de junio, al dar a conocer en toda su crudeza la represión sufrida por un pueblo vecino ante la complacencia, quizá mejor llamarla complicidad, de las más altas autoridades norteamericanas de entonces.
Juan González Morfín es autor de
Murieron por sus creencias. La guerra cristera: hitos y mitos
(Panorama, 2012)
y otros cuatro libros sobre los cristeros.


SINÓPSIS

Basada en hechos históricos, la cinta cuenta «la Guerra Cristera» que se extendió de 1926 a 1929 cuando el gobierno mexicano intentó limitar la participación de la Iglesia católica en la vida cívica y política del país, lo que derivó en una cruenta lucha, especialmente en estados del interior.
Los soldados revolucionarios, ante la costumbre de sus oponentes campesinos de llevar cruces al cuello y de gritar "Viva Cristo Rey", empezaron a denominarles despectivamente: "cristeros". Los campesinos cristeros realizaron lo que se denominó “La última Cruzada de Occidente” al enfrentarse en el campo de batalla al Estado mexicano, profundamente anticlerical e iniciador de una persecución religiosa sin precedentes en América.


CARACTERÍSTICAS DEL DVD

Título original:  For Greater Glory

Título en Español: Cristiada 
País: México
Año:  2012
Director: Dean Wright
Protagonizan: Peter O’toole, Andy García, Eva Longoria, 

Eduardo Verástegui, Adrián Alonso, Rubén Blades,
Bruce McGill, Oscar Isaac, Bruce Greenwood,.
Guión: Michael Love
Genero: Drama / Histórica / Guerra

Idioma: Ingles
Subtítulos. Español
Clasificación: B
Duración: 143 minutos

Menú principal
Menú de Escenas
Material Adicional
Documental "Los Cristeros"
Trailers de otras películas
Formato: DVD5
Región: ALL

viernes, 25 de mayo de 2012

LOURDES, UN MILAGRO EN LA TIERRA




"No te prometo que serás feliz en esta vida pero si en la Vida Eterna"
Son las palabras que María, la Virgen Inmaculada dirigió a Bernadette de Soubirous, la humilde adolescente que solía pastorear un pequeño rebaño cerca de los pirineos franceses, en un pueblito llamado Lourdes, hasta entonces desconocido del mundo e inserto en el bello departamento de Tarn.
Esta jóven sin mayor instrucción que la bondad aprendida de sus padres resultó ser la "elegida" por el cielo para recibir la confirmación de un dogma que la Iglesia proclamaría como "La Inmaculada Concepción".
Bernadette carecía de muchas cosas, tenía una familia muy pero muy pobre, a falta de una casita, su padre fue a vivir con toda la prole a una antigua prisión que venía de ser abandonada porque el lugar era tan humedo que los presos se enfermaban. Meses antes el jefe de familia había sido encarcelado injustamente al acusarle la gendarmería del robo de un saco de harina. El asunto se esclarecio al cabo de un tiempo y le liberaron. Este ambiente y la escases de medios fueron causa de que la salud de Bernadette se deteriorara severamente. El asma que padecía se vio agravada en más de una oportunidad. Sin embargo, nada de esto fue obstáculo para que la joven exprese la alegría de vivir allí donde le tocó hacerlo.


La vida de esta joven cambia repentinamente desde el momento que, en una gruta del lugar cercano a donde pastaba su rebaño, apareció la presencia de una Señora muy bella que pedía a la joven viniera a visitarla todos los días por lapso de dos semanas.
Este acontecimiento significará para Bernadette la felicidad más grande de su vida pero también una forma de sufrimiento permanente dado que las burlas de los lugareños y más adelante la búsqueda obsesiva por parte de gente que buscaba un milagro, llegó a impedirle literalmente vivir la sencilla vida que le era cotidiana.
Una fuente de agua brota al pie de la gruta. Bernadette con sus propias manos y por indicación de la Virgen, excavará en el barro y beberá como se le pidió. Su acto de fe que frente a la espectativa de la multitud fue una verdadera humillación porque no pocos se apoyaron en el hecho para acusarla de demencia, significó una fuente de bendiciones incontables, tanto así que hasta el día de hoy miles y miles de personas de todo el mundo acuden con fervor al mismo lugar para recibir una gracia de parte de Dios.




Alguien puede preguntarse por qué estas historias con estos personajes especiales están siempre teñidas de situaciones extremas: gran alegría pero a la vez sufrimiento. Manifestación de los portentos de Dios pero también humillación, soledad y hasta tribulación. Creo que la respuesta está en lo que la Virgen Santísima le dice a Bernadette porque no es diferente a lo que Jesús nos dice a nosotros en el Evangelio: "El que guarda su vida la perderá pero quien la pierda por mi causa, la hallará".
Ya en otro lugar hablábamos del sufrimiento como algo lo suficientemente absurdo en sí mismo y por ello toda persona sana lo rechaza. Sin embargo, nuestra condición humana nos hace gustar permanentemente los límites. Nuestros deseos son infinitos y nuestras posibilidades naturales limitadas. Por ello el hombre se enfrenta a tomar una decisión que aparece en dos caminos: la esperanza y la fe o la inmediatez que procura el sin sentido y la frustración. Es necesario recordar que la vida no solo serán estos años que pasemos en esta tierra sino que eso será solo los primeros pasos que finalmente nos conducirán A TODOS hacia una eternidad. Dios quiere que escojamos cada uno la eternidad que nos corresponde. "Dios lo hace casi todo y nosotros hacemos casi nada". Pero ese casi nada es indispensable en la construcción de la propia dicha que a su vez, nunca está separada de la dicha del os demás.



En esta película dirigida por el italiano Lodovico Gasparini, la historia de Lourdes nos llega de una manera bastante original. Vemos fundidas en una sola historia, tres narraciones que oscilan entre el pasado y el presente.
Un periodista ateo debe hacer un reportaje de Lourdes lo cual está lejos de acercarse a su gusto sensible. Pero al encuentro del Lourdes de hoy llega el pasado en la forma de un diario escrito por su abuelo y del que tenía noticia solo por las conversaciones de sus padres. Su abuelo efectivamente conoció personalmente a Bernadette y ese encuentro marco su vida y la de su esposa de una manera impresionante.


La trama nos presenta además la propia historia de Bernadette, su familia, el contexto de las apariciones y el desenlace final de su ingreso a un convento y sus últimos días cerca a los enfermos en un hospital. El director del filme quiere hacernos comprender que este evento de Lourdes a marcado la historia de muchas personas y además que nos es algo que ha quedado en el pasado sino que al presente continúa despertando la fe y la piedad de muchas personas. Posiblemente lo más importante de Lourdes no es la gruta, ni la fuente, ni tampoco las curaciones físicas...
Posiblemente lo más importante es que Dios no cesa de manifestarse en la vida de los seres humanos, de las maneras más ingeniosas, las más originales, todo para procurar el que cada uno pueda encontrar este camino hacia una plenitud mayor.



SINÓPSIS

Bernadette es una joven enfermiza, vive con su familia en la miseria, Cuando la Virgen María se le aparece en una pequeña gruta de la localidad francesa de Lourdes, nadie en el pueblo la toma en serio, El sacerdote y la policía locales incluso tratan de tapar el incidente. sin embargo sus intentos resultan infructuosos ya que Henri, el hijo de un músico de París se interesa en el caso de la pequeña Berandette.

Este filme nos cuenta la historia de los hechos de una manera muy particular porque va en paralelo la historia ocurrida en Lourdes y a la vez la historia contemporánea de un periodista que en la medida que investiga los acontecimientos, de manera progresiva, sus prejuicios contra la fe van cayendo uno a uno y pasa de ser un ateo recalcitrante a un fervoroso creyente.

Recomendable para todo público.



Título original: Lourdes
Título en español: Lourdes, un milagro en la tierra
Director. Lodovico Gasparini
País: Italia
Año: 2001
Duración:180 minutos
Actores: Alessandro Gassman y Angéle Osinksy
Idioma: EspañolSin subtítulos
Imágen: 16:9
Menú principal
Menú de escenas
Formato: DVD5
Región: ALL