martes, 27 de marzo de 2012

EL GRAN MILAGRO

Si nuestros ojos vieran...




La monotonía suele jugar un rol desgastador en la vida del ser humano. En la vida espiritual, una de las cosas que suele destruir considerablemente el "fuego del primer Amor" es el acostumbramiento.
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz dirá esta palabra extraordinaria: "...Al éxtasis prefiero la monotonía del sacrificio". ¿A qué se refería?

Los cristianos no conocemos nuestra fe sino primariamente por los sentidos. Eso es lo normal. Todo conocimiento parte por los sentidos. Nosotros no somos ángeles, somos espíritus encarnados, somos de la estirpe de Adán. Por eso Dios obra en nuestro ser sin prescindir de nuestra naturaleza, por el contrario, es - a decir de San Pablo - que el hombre pasa de un estado carnal a uno espiritual, del hombre viejo al hombre nuevo, del hombre psicológico al hombre espiritual. (Gal 5,19-23), y ese movimiento es permanente. No que una vez dejamos de ser seres carnales para convertirnos en espirituales. Somos seres que viven desde la realidad de su encarnación, la trascendencia de ser además seres espirituales.  Es por ello que afirma también santo Tomás de Aquino que "La Gracia supone la naturaleza". De allí que la vida espiritual consista en un verdadero crecimiento, un desarrollo que va desde la imagen hacia la semejanza. Fuimos creados, todos los seres humanos a Su imagen. Pero ¿somos verdaderamente semejantes a Él?  No en primera instancia. Hace falta un desarrollo, es indispensable un camino que al recorrerlo verdaderamente nos transfigura. Es por eso que todos somos llamados a esta metanoia que consiste en pasar de la imagen a la semejanza, y por supuesto eso no ocurre de un día a otro sino en una vida, de una vida a otra Vida.



Decíamos entonces que nuestro crecimiento espiritual se inicia através de los sentidos y por eso los maestros espirituales identifican los inicios de esta transformación como "el tiempo de la consolación". Este es un tiempo en el que recibimos abundantes gracias de tipo sensible como pueden ser un gozo profundo que toca nuestras emociones, un arrepentimiento que nos quebranta y que procura un verdadero dolor por nuestros pecados. Ese dolor (conpunción) es hermoso porque no nos culpabiliza sino por el contrario nos da una consciencia que nos hace saber plenamente responsables de nuestro alejamiento, de nuestra indiferencia, de nuestro desamor. Y ese dolor que lleva a las lágrimas es en mucho un dolor gozoso. Los tiempos que siguen a estas primeras gracias también son acompañados por una cierta facilidad para orar, sobre todo para hablar con Dios de corazón a Corazón y "sentimos" que Él nos escucha. Pero decimos bien, ese es solo el comienzo. Quien aspira a una vida espiritual llena de consuelos y signos sensibles camina derecho a una frustración. Si buscamos eso, con mucha seguridad vamos a instalarnos en el confort espiritual que necesariamente será instalarnos en la ilusión.




La monotonía del sacrificio a la que se refiere Santa Teresita no es otra cosa que aceptar que en la vida interior no todos los días son soleados, hay días nublados, hay días nada fáciles, hay días de un combate interior desgastador, hay días en que debemos batirnos a duelo contra la desesperanza y hacerlo la mayoría de las veces con una ausencia de signos sensibles que nos provocarán siempre a la fe, pero esta será una fe autentica que dice: "yo sé en quién he puesto mi Esperanza".  Ese combate es el lugar donde auténticamente yo manifiesto mi amor por Dios, es el lugar donde yo puedo percibir mi fragilidad, mi vulnerabilidad y la necesidad que tengo de Dios, mi auxilio y fortaleza.
En la vida conyugal, en la vida afectiva de la pareja humana... ¿cuándo es que se prueba el amor...?  Ciertamente no es cuando nos entregamos al desenfreno empujados por una pasión herida y la inmediatez. Tampoco es cuando decimos con los labios "te amo".
Es sobre todo cuando recibimos al otro en su límite, inclusive en su miseria y hasta en su inconversión. ¿Qué sino el verdadero amor puede movernos del mal al bien?
En esta lucha perseverante, lo que nos anima ya no será "lo que sentimos" sino lo que queremos. El Amor es una decisión. Nuestra voluntad elige en toda libertad hacer una ofrenda de agradable olor, un holocausto, un sacrificio. Ese sacrificio es decirle a Dios: "Querido Padre, yo escojo hoy amarte a Ti. Lo quiero con todo mi corazón y con toda mi voluntad, aunque no te vea, aunque no sienta absolutamente nada... Yo sé que tú estás allí y me escuchas. Te amo Señor".
Eso es lo que nos enseña el salmo 50 cuando menciona cuál es la ofrenda y el sacrificio grato a Dios. Nosotros hacemos casi nada y Dios hace casi todo.



Esta es la labor de cada día en la que avanzamos por un camino que se nos ofrece para ser recorrido por que quien no lo haga, esta renunciando a la vida, a su devenir, a su bienaventuranza. Si la larva se instala en su capullo y no desarrolla, se seca y muere, y eso pasa con pena porque su verdadero destino no era permanecer como larva o larva desecada sino transformarse en una hermosa mariposa.
"Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará." Mt 16,25



El gran Milagro es una película de animación que nos acerca al Misterio Eucarístico. Son tres personas que se encuentran enfrentando cada una de ellas diferentes formas de crisis en sus vidas. Para una será la ausencia del esposo, el conflicto con un hijo que reclama más atenciones y las exigencias propias del trabajo que le limitan, el duelo y una cierta sombra de soledad en medio de todas estas dificultades. Para otro será la angustia por la vida de su hijo que se está muriendo con un cáncer y la impotencia de no poder hacer nada más. Para el tercero, la sensación que ya no hay nada en esta vida que verdaderamente capture su emoción porque está algo cansado de vivir, de sentirse como un estorbo para los demás y el miedo de ser un problema, una carga...
Los tres serán conducidos por su Ángel de la Guarda, quien le abrirá a cada uno los ojos para que vea lo que ocurre cada vez que se celebra una Misa.



La película ha recibido diferentes críticas. Por la parte técnica por ejemplo hablan que la animación no es de la mejor calidad, que la dureza y rigidez de los movimientos hacen pensar en algo robótico, dicen que el movimiento de los labios no se corresponde con el de las palabras, que no tiene sentido haber hecho todo en 3D porque esto no pone en relieve la calidad de la producción y un largo etc.  Yo creo que estas críticas pueden ser aceptables, sobre todo si vemos que el presupuesto con el que contó no llega ni a los talones de otras super producciones como Pocahontas o Hércules (Disney Studios). Pero entre las críticas , la que se deja escuchar no poco es la de aquellos que piensan que siendo una película católica no es del interés de la mayoría. Obviamente esa opinión es tendenciosa y revela que no a pocos les molesta que esta temática sea llevada a la pantalla grande. Allí vemos que la manera como se utiliza la palabra "tolerancia" no funciona de igual manera para todos, cuánto más si se trata de ser "tolerantes" con Dios.

"Vino a los suyos y lo suyos no le recibieron" Jn 1,11

La Misa es el milagro más grande que pueda existir porque en cada Eucaristía Dios renueva su Alianza con los hombres, en cada Misa el cielo desciende sobre la tierra y se une lo visible con lo invisible. En cada Eucaristía Cristo se da con Amor infinito a la humanidad que necesita de Él aunque ella no lo reconozca. Nuestros ojos no ven el Misterio pero nuestra alma y sobre todo nuestro discernimiento necesita comprender que en el camino de la vida, cada Eucaristía marca un hito, forja un cimiento, constituye una perla que acrecienta nuestro tesoro. Cada Eucaristía nos permite vivir al presente lo que viviremos toda la Eternidad.
De una manera mística, en cada Eucaristía viajamos en el tiempo. Cada vez que se opera el milagro de la transubstanciación el creyente esta situado delante del Misterio inefable de la ofrenda del Verbo hecho carne. En este instante estamos al pie del Calvario, sobre nosotros recae el don preciosisimo de la Sangre del Cordero Inmolado que lava nuestros pecados, el agua que brota de su costado nos lava y nos regenera, su Cuerpo nos da el sustento que eleva magníficamente nuestra naturaleza y la eleva haciéndonos capaces de Dios. Estamos allí, al lado de san Juan, el discipulo amado y de María, la madre que agoniza con su Hijo. Una espada le traspasa el corazón. Ella está de pie y en ese momento ella nos ofrece la Vida, vida que engendró en su vientre por intervención del Espíritu Santo y vida que hoy se nos da en este hombre que ha sido elevado y por eso "atrae hacia sí a todos los hombres". Como la serpiente fue elevada en el desierto por Moises para sanar las mordeduras venenozas que recibían aquellos que marchaban por el desierto, así mismo, Cristo es elevado y aquel que contempla al que han traspasado, por sus heridas recibe la sanación de la mordedura venenoza del pecado que recibimos los hijos de Adán cuando marchamos por el desierto de esta vida.
Es por eso y por todo lo que no vemos del Misterio Eucarístico que una Misa tiene un valor infinito y que no hay nada de lo que Dios haya creado que sea cuantitativamente o cualitativamente superior porque sencillamente nada es mayor que Dios, fuente de todo bien y la Alegría perfecta de todos los hombres.
Los ángeles están muy presentes a lo largo del filme. De hecho son ellos los encargados de procurarnos el bien, no solo de protegernos sino también de acercarnos a nuestro bien. Ciertamente no lo pueden hacer sin la colaboración de nuestra voluntad. El ángel de la guarda no es una simple devoción sino un verdadero y eficiente colaborador que nos acompaña duranto lo que dure el recorrido de este camino en el que ciertamente no nos encontramos solos.

Un último comentario lo dirijo a la música del filme. Realmente es muy bella, no solo la canción principal sino también los coros que van apareciendo a medida que se desvelan los diferentes misterios. Es de la coral infantil de nombre LIBERA, conocidos internacionalmente por la belleza de las voces angelicales de estos niños. Realmente es algo a disfrutar y también a contemplar.


La historia se centra en tres personajes en crisis: Mónica, viuda y madre de un niño de nueve años, hace todo lo posible por mantener a flote su hogar. Don Chema es un conductor de transporte público que recibe la noticia de que su hijo padece una enfermedad incurable. Y doña Cata es una anciana que siente que su misión en esta vida ha terminado. Cuando estos personajes sienten una gran necesidad de acudir a la iglesia, sus vidas no sólo se cruzan, sino que cambian para siempre. Bajo la tutela de ángeles guardianes, comprenderán el verdadero significado de la misa, de la lucha constante entre el Bien y el Mal y del triunfo de la fe y la esperanza.


Título: El Gran Milagro
Director:
Bruce Morris
País:
México
Año:
2011
Género:
Animación
Duración:
76 Minutos
Idioma:
Español
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Material Adicional
Formato DVD5
Región ALL