viernes, 16 de marzo de 2012

BAJO EL CIELO DE ROMA - PAPA PIO XII




Conocerán la Verdad y la Verdad les hará Libres

De la Iglesia Católica y a través de la historia se han dicho y se siguen diciendo muchas cosas.
Por lo general, los medios de comunicación nos tienen acostumbrados a despotricar en contra de los sacerdotes, religiosos y todo lo que represente la fe en Jesucristo. Pero pongamos atención al ver que no es contra "cualquier fe en Jesucristo". Debe ser una fe católica, de lo contrario el asunto ya no reviste el mismo interés.
Curioso detalle es el ver que los mismos que se escandalizan frente a las miserias de aquellos clérigos que han caído en la desgracia de traicionar sus principios morales y de fe, son los mismos que promueven el aborto, la eutanasia, la promoción del genero sexual, entre otras posturas propias de lo que Juan Pablo II calificó magistralmente como "La cultura de la muerte", y esta flagrante contradicción no les resulta para nada inconveniente siendo que lo es del todo.

Cuando hablamos de historia, hablamos no necesariamente de una verdad objetiva, precisa, explicita e inequívoca. Bastaría ver por qué un acontecimiento como la guerra del Pacífico resulta terminar con 3 o mejor dicho con 4 historias diferentes: la de los bolivianos, la de los chilenos, la de los peruanos y la de los intereses anglo americanos.  Fue un solo acontecimiento, fue una sola guerra, fue en un solo momento de la historia y sin embargo la historia cuenta diferente de un lado y del otro.



¿Se puede hacer filosofía de la historia? Creo yo que no, justamente por lo que expongo con el ejemplo. Para el ser humano resulta una empresa muy complicada decir sin traicionar la verdad, objetivamente, qué ocurrió en tal momento de la historia.
Yo no creo que sea producto necesariamente de una malintencionada torsión de los hechos. Aunque eso ocurre, no es lo que anima a todos los que escriben historia. El problema mayor se encuentra en nuestra condición respecto del tiempo y del espacio.
El universo está organizado naturalmente de un modo tan perfecto que todo funciona con ritmos, movimientos, fases y espirales. En esta Ingeniería no interviene el hombre porque su rol no es el de un Creador sino simplemente el de administrar. Cierto es que la historia la hacemos los hombres, pero no menos cierto es que siempre nos faltará la "altura" para comprender de qué manera, los acontecimientos provocados por las elecciones de nuestros actos no son nunca inocuos sino por el contrario siempre tienen una consecuencia positiva o negativa.
Resultaría entonces mucho más atinado apostar por una "Teología de la Historia". En efecto, nuestros caminos no le son desconocidos a Dios y nuestros renglones, por torcidos que sean, no escapan a la Sabiduría de su Providencia que siempre nos alcanza allí donde nos encontramos.



Al Papa Pio XII muchos le han juzgado terriblemente. Sería una injusticia adoptar una postura anacrónica para interpretar el juicio de muchos de sus contemporáneos. No podemos olvidar que esas personas sufrieron el terror de la guerra, el dolor desgarrador de la perdida de sus familias de modo tan violento y sobre todo, la crueldad de ideologías opuestas al bien del ser humano y que levantaron una verdadera tiniebla del maligno en este mundo.
Pero así como uno puede ser indulgente con esas personas, no podemos decir lo mismo de aquellos que perseveraron y perseveran cuando se trata de contar la historia sin hacer el mínimo esfuerzo para buscar la verdad. Esa falta de verdad les impide ser objetivos y libres.



La Película que comentamos el día de hoy trata de acercarnos a los hechos de una manera más completa, es decir, sin negar las presiones que el régimen nazi imponía al Vaticano, pero tampoco sin exponer, al menos por una vez, la coyuntura de lo que entonces ocurrió.
Son muchos los testimonios que han quedado registrados y que dan fe de la forma cómo la Iglesia intervino activamente en la protección no solo de los judíos sino también de gitanos, personas de otras religiones y de otros países. La historia no siempre expone claramente el hecho que la persecución nazi no fue exclusivamente una cacería antisemita sino que también incluyó dentro de sus objetivos a sacerdotes, religiosos y religiosas y, cómo no, muchos laicos de vida ejemplar.

Que esta película sirva para dar a conocer una pequeña parte de la historia, porque evidentemente hubo mucho más, aún si sabemos que la Iglesia no suele hablar del mucho bien que obra, porque en principio la caridad no se dice sino que se hace. Ella, siempre tendrá enemigos y estos, aunque algunas veces aparecen con rostros humanos, no son otros que todas aquellas cosas y formas que cada día intentan deshumanizar al hombre.



SINÓPSIS
 A las 5 de la mañana un hombre entrado en años se levanta de la cama, se pone de rodillas y ora ante un crucifijo. Por sus palabras podría suponerse que está preocupado, pero expresa su confianza en la luz divina, que les ayudará a cruzar estos días difíciles. En Roma, escenario de esta historia, el suelo se cimbra ante el bombardeo aéreo.
Este hombre es el Papa Pío XII, quien se encuentra al frente del Vaticano y de toda la Iglesia en un momento tremendamente trágico de la historia: la invasión de las tropas alemanas a Europa y particularmente a la ciudad de Roma. Un siniestro plan ordenado por Hitler se pone en marcha. La meta: Secuestrar al Romano Pontífice.
Esta película deja muy en claro cómo la Historia en muchas de sus páginas ha traicionado la verdad de los hechos de una manera marcadamente tendensiosa y alejada de la realidad.


FICHA TÉCNICA
Título Original: Pío XII, Sotto il cielo di Roma
Director: Christian Duguay
Producción: LUX VIDE, RAI FICTION, BETA
Guión: Francesco Arlanch, Fabrizio Bettelli
Género: Drama
Reparto: James Cromwell, Alessandra Mastronardi,
Marco Foschi, Miguel Herz-Kestranek,
Ken Duken, Holger Daemgen
País: Italia
Año: 2011
Formato: DVD 5
Idioma: italiano
Subtítulos en Español
Duración: 240 minutos.
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