lunes, 25 de mayo de 2015

PONETTE: EL REINO DE LOS CIELOS ES DE LOS NIÑOS ...



...Y de aquellos que se les parecen.

Decía alguien sabio que la edad más temeraria en la vida es la del adulto porque entonces el ser humano cree que es importante. No pasa así con los niños y tampoco con los ancianos. Tanto en el principio como en el fin de nuestras vidas puede ser que los extremos se toquen. Justamente la reflexión en la edad adulta nos puede ayudar a hacer la economía de una buena cantidad de insensateces.

Un niño siendo que es muy importante, por ejemplo para sus padres, no le interesa el hecho mismo, sino solo en lo que respecta al sentirse y saberse amado. 
El niño, aunque tierno y bello no deja de estar afectado por el pecado original. Este no ha logrado aun destruir su candor, su ternura, su necesidad de afecto que no está disfrazada con mecanismos de auto defensa y sobre todo y por eso mismo, un niño es una personita muy vulnerable que merece todos los cuidados que humanamente se le deban ofrecer. Esos cuidados son muy diferentes pero todos tienen el mismo fondo: EL DEL AMOR.
Es por esto que las heridas más traumáticas que afectan la vida de una persona se inscriben durante los 3 primeros años de vida. Una herida es siempre la ausencia del amor, o en su defecto, la interpretación que hace la persona de algo que identifica como desamor. Dicen los especialistas que estas heridas son con seguridad más profundas de acuerdo a la menor edad del infante. Esto nos conduce a reconocer en las heridas intrauterinas a las más profundas y aquellas que llevarán más tiempo curar.
¿Cómo lo sabemos? Basta ver la casuística de aquellos que en el seno materno sufrieron la amenaza del aborto.
¿Pero cómo pueden recordar aquello...?
Es cierto, la memoria razonable aun no existe en la vida intrauterina. Pero hay una memoria del amor que existe en el alma de cada ser y que quedará grabada en aquel espacio que se conoce como subconsciente.


De los niños podemos decir muchas cosas pero solo voy a escoger unas pocas para introducir la película que hoy comento. Y lo haré contándoles una anécdota:
Un profesor en una escuela Católica trabaja enseñando religión pero además anima la vida espiritual de la escuela. Él es alguien como de unos 50 años, tiene una barba a diferencia de los otros profesores que no la tienen, pero más que su barba, son sus dichos los que permiten que los alumnos le reconózcan como "aquel que siempre nos está hablando de Dios".
Una mañana, el profesor sale de su oficina para ir a dictar clases y atravesando un pequeño claustro, pasa obligatoriamente por el jardín de infancia donde hay 3 aulas de niños de 3 a 5 años.
Un grupo de niños de 3 años estaba apostado frente al gran ventanal que da luz a su sala y ve pasar al profesor de barba.
Uno de ellos levanta la voz y grita: "¡Hola Dios!"... y todos los otros niños dicen a gritos: "¡Hola Dios!, ¡hola Dios...!".
El profesor no pudo evitar dejar una risa expontanea un tanto sorprendido y a la vez conmovido por semejante saludo.
"Hola Niños...". Pero veinte metros más allá, su risa se cambió en varias lágrimas que corrieron por sus mejillas. Y es entonces que hizo esta oración: 
"Señor mi Dios, te doy gracias por estos niños y por su inocencia. Gracias por que me alegraron el día con su saludo, pero sobre todo gracias porque ellos han sabido ver por encima de mi pobre apariencia y fragilidad humana, que Tú me habitas.
No soy digno de lo que acaba de ocurrir... Jesús, no permitas que ninguna de mis acciones escandalice a alguno de estos pequeños, porque en todo lo que yo hago, en su inmensa inocencia, ellos están seguros que ven a un representante de Dios y entonces, si yo caigo, voy a herir terriblemente la imagen que ellos en su inocencia tienen de Ti".

Esta es la inmensa responsabilidad que cualquiera que proyecte la imagen paterna o materna, tiene frente a los pequeños niños.


La película que hoy les voy a comentar ya tiene algunos años (1996).  Sin embargo y a pesar del tiempo no deja de perder fuerza y actualidad.
Ponette es una niña de cuatro años que acaba de perder a su mamá en un accidente de automóvil y que le significó la rotura de su brazo izquierdo, el cual, a lo largo de todo el filme, aparece enyesado. Su padre que no es creyente, se ve en la difícil tarea de contar a su niña lo que acaba de ocurrir y le presenta la situación sin ninguna perspectiva de esperanza. 
¿Qué le queda a uno que se dice ateo frente al hecho de la muerte...?  Nietzsche afirma que Dios ha muerto, pero antes Hegel dice que "somos para la muerte".
Jesús de Nazaret dice: "Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia". Ponette no lo sabe con su razón de niña de 4 años, pero su certeza le viene del corazón. Como todos los niños de su edad, interpretan las cosas y los acontecimientos bajo la luz del amor, no puede entender que no verá nunca más a su mamá. Ella, ni por un instante cree que todo estaba terminado. Naturalmente, porque la fe es natural en el ser humano, Ponette se lanza en la aventura de buscar una oportunidad para hablar con su mamá que sin duda, a partido al Cielo.
Ella va a intentar pasar por una serie de pruebas que según su amiguita judía, le permitirán convertirse en "hija de Dios" y así encontrar la forma de hablar con su mamá. Pero simultaneamente intentará pedirle al mismísimo Dios Todo poderoso que le de permiso a su mamá para que pueda conversar con ella.
No hay lugar a la duda: Dios todo lo puede... ¿cómo no podría permitir que converse un instante con mamá? ¡Es impensable!



En lo que sigue de la película, el espectador podrá ir viendo a qué punto la fe es un combate arduo, aún para una niña de 4 años, pero a la vez la fe es un potente medio terapéutico. Veremos algunos ejemplos del filosofar de los niños, a menudo tan gracioso pero no por esto carente de enorme sentido y profundidad.
Les recomiendo entonces esta película, seguro, más allá del hecho que tocará vuestra más profunda afectividad, que será la ocasión de ocuparse un poquito más de ese niño que habita en el interior de cada uno de nosotros y que no pocas veces lo tenemos tan abandonado.



TRAILLER




 




Ponette es una niña de cuatro años, que acaba de perder a su madre en un accidente de automóvil, en el que también iba ella. Su mano y antebrazo izquierdo escayolados hacen constantemente presente al espectador el suceso que no ha visto. El padre lleva a Ponette al lugar en que perdió a su madre, y procura, allí en el campo, explicarle con suave y rotunda claridad el hecho irreversible de la muerte; sin esperanza, al no ser él creyente. Ponette que tiene una fe sencilla quiere ver saber algo más. 

Definitivamente una película conmovedora que nos acerca a un tema tan dificil como la muerte y la elaboración del duelo, tanto más aún cuando se trata de un pequeño niño. Ellos son simples, las cosas difíciles las hacen posibles y con candor e infinita sensibilidad que les hace sumamente vulnerables son capaces de aproximarse a los misterios que los adultos suelen evitar.
Sin lugar a duda, no quedará decepcionado por la propuesta que le ofrece esta película que mereció un premio al mejor actor en el festival de Venecia de 1996






Título Original: Ponette
Título en Español: Ponette
País: Francia
Año: 1996
Director: Jacques Doillon
Fotografía: Caroline Champelier
Duración: 95 minutos
Actuaciones de Victoire Thivisol (Ponette)
Delphine Schiltz (su prima),
Matiaz Bureau Catón (primo Matías)
Leopoldine Serre (Ada)
Marie Trintignant (La mamá)
Xavier Beauvois (El papá)
Claire Nebout (La tía)
Henri Berthon (El profesor)

Menú Principal
Menú de idiomas
Menú de Escenas
Menú de Extras
Cortometraje "Crescendo" 
otras películas
Formato DVD5
Región ALL
Sistema NTSC




lunes, 18 de mayo de 2015

BLANCA COMO LA NIEVE, ROJA COMO LA SANGRE


EL AMOR EN LOS ADOLESCENTES

A partir de una novela romántica se hace una película y a partir de esta nos encontramos aquí para hablar de este tema que es el enamoramiento en los adolescentes.
La experiencia de la vida escolar es común a la mayoría de personas al presente. Quien cree que al colegio se va para estudiar solamente no fue nunca a la escuela o la pasó muy mal. Si la escuela desde el nivel inicial hasta la secundaria es algo muy importante es porque allí tenemos la posibilidad de ser personas, mejores seres humanos. 



LA FAMILIA PRIMERA ESCUELA

El lugar original de la primera escuela es la familia, pero como ella es una "sociedad imperfecta" según Aristóteles, requiere de un complemento.
Voy a aclarar lo anterior porque posiblemente alguien lo entienda como no lo he querido decir: La familia tiene mucho que dar a los hijos, es portadora de vida en potencia y en acto, de hecho, los fundamentos afectivos, morales y espirituales es ella que los enseña. Si el mundo parece andar tan mal es seguramente debido a que la familia hace mal su trabajo cuando no existe o es un flaco remedo de lo que debiera ser. Pero por buena y bella que sea una familia, esta es imperfecta porque no posee los medios para llevar a la perfección el desarrollo de la prole.
Por ejemplo, ¿no te ha pasado que cuando tu hijo de secundaria te pide le eches una mano en química no le has podido responder como querías? Es que tal vez ni siquiera te pidió ayuda en ese punto porque te conoce bastante. Por eso la escuela es importante. En ella nuestros hijos aprenden algo más que química. Aprenden la relación, aprenden a descubrir su identidad, quiénes son, por contraste, por comparación, por oposición... todo depende la edad y el contexto singular de la persona. En la escuela y no en la universidad, un buen profe le pregunta a su alumno: "Hijo ¿tienes un problema? Te he notado ausente...?  En la escuela aprendemos lo que es la amistad, en ella conocemos también algo del mundo, las traiciones, las bromas de mal gusto, probamos la dureza de unas circunstancias algunas veces traumáticas hasta cierto punto y la ternura de aquel o aquella que sabes que te acepta tal y como tu eres y a quien luego nombras parte del equipo de los incondicionales.



Llegada la adolescencia, la escuela también es el lugar donde uno mira y se mira. Vemos los cambios en los demás y los vemos por contraste en nosotros mismos. Allí, el chico o la chica sueña en voz alta con sus amigos. Decimos y contamos cosas como no se las decimos a nuestros padres porque son "nuestras cosas" y solo las podemos hablar con los que son semejantes. Y si la escuela es mixta, la cosa es diferente porque entonces las hormonas juegan malas pasadas al adolescente. El cae perdidamente enamorado de la chica "de sus sueños", y es siempre más tortuosa la experiencia cuanto más inalcanzable es el objetivo. La chica cree estar perdidamente enamorada de aquel en quien anteriormente nunca había posado su mirada. Sus amigas le dicen: "¿pero que le viste a ese feo?". Lo que no sabe responder es que sus hormonas están a mil por hora y entonces no es difícil quedar prendada de un chico en el que normalmente, sin la ayuda de las hormonas, no se fijarías ni por casualidad.



¿HAY RIESGOS EN EL ENAMORAMIENTO?

Hasta allí es algo hermoso y hace parte de la vida y de la historia que es tu historia y cuando la recuerdas te brota seguramente una sonrisa acompañada de una mezcla de sentimientos. Pero esto no es solamente algo bonito, bueno fuera que sea solo eso. Es algo que también puede resultar bastante peligroso porque si el adolescente no tiene un medio que le contenga, un medio como naturalmente tendría que ser el papá y la mamá, un buen profesor... pues entonces se abre paso el desastre.
Es un desastre confundir enamoramiento con amor. Muchas personas deben a este error la dificultad en la que ahora se encuentran.


Por eso es necesario que nuestros jóvenes sepan cómo son las cosas y que si bien es cierto enamorarse es tan probable como para un púber padecer un día las paperas, esto no significa que estamos frente al verdadero amor, ese que es fuerte como la muerte y que se prueba no solo con el sentimiento sino cuando no sientes pero quieres querer.
Como bien decía alguien de quien no recuerdo el nombre: "El amor verdadero es una decisión". Un adolescente no entiende esto. Y no es grave, es normal que no lo entienda por eso adolece, es decir le falta lo que poco a poco va adquiriendo con la experiencia del vivir.
Grave es cuando quien no lo entiende es el adulto. Si te reconoces en este dicho, averigua qué es el síndrome de Peter Pan.

ANTES DE LA PELÍCULA

Vamos a entrar en la materia de la película que hoy les traigo pero no quería hablar de esta sin decirles a todos ustedes, hombres y mujeres que ya no son adolescentes, a ti que eres madre y que amas mucho a tus hijos y que lo que debes cuidar es no caer en la tentación de hacer de ellos tu posesión; a ti que eres papá y que dices tu amor con el fruto material de tu esfuerzo pero que posiblemente te cuesta tanto dar un fuerte abrazo porque a tu turno nunca lo recibiste y eso te marcó... 
Con nuestros defectos y cualidades, con nuestra sagacidad y nuestra torpeza, con nuestros déficit y nuestras fortalezas, no quería dejar de decirles y decirme: 

¡Cuidemos a nuestros jóvenes! 

Si nosotros la tuvimos difícil, cuánto más ellos en un mundo que se aleja tanto de lo que es humano...


El escritor italiano Alessandro D'Avenia escribió un romance que tituló como se llama nuestra película. Giacomo Campiotti, el director de películas de la LUXVIDE la ha llevado al cine.
Esta historia va más allá de ser el clásico amor de verano de dos adolescentes, es más que un romance de escuela superiror, Parte como un amor de esos platónicos que medio enferman a los chicos, que los ponen - utilizando su lenguaje - muy idiotas. 
Es bastante más que eso.


Leo es un chico desenfadado, el típico adolescente simpático con cara graciosa, que siempre tiene algo que decir y esto, oh casualidad, a menudo arranca las risas de sus compañeros. Él es lindo, él se sabe lindo y esto no le ha atrapado en una actitud narcisista porque es simplemente él. Es un chico sano y bueno como no lo sabe. 
Leo comprende la vida interpretándola a sus escasos 16 años con un lenguaje de colores. El Amor es Rojo como la Sangre, porque es vida, por que circula incontenible, porque sonroja y a la vez hace sufrir. La muerte es blanca porque es pálida, como la fachada de su escuela a la que no le gusta ir. Blancamente triste como algo que yace inerte  y que carece de esa esencia que necesariamente le falta. La amistad es azul como el cielo inmenso, como el mar majestuoso siempre ágil, en movimiento, azul como los ojos de su mejor amiga Silvia.


Desde hace un tiempo algo raro le ocurre, no supo bien cuándo ni cómo pero desde que vio con esta nueva forma de mirar a Beatrice, las cosas han cambiado en su rutina diaria. Ve a Beatrice y siente que el piso se le mueve, su corazón bate a mil cuando la ve al otro extremo del pasillo de la escuela. Sus zapatillas es como si se pegaran al teflón del piso sintético del corredor. Beatrice es bella, ella tiene unos cuatro años más que él pero eso no opone ninguna resistencia al sueño de nuestro Roméo porque ella es peliroja, ella es roja como la sangre, es roja como el amor. Dice él: "ella es el amor"
Felizmente para Leo que no es muy hábil en las materias que debe pasar en la escuela, Beatrice, esta en el grado superior. Pero él no se inquieta por eso. Tiene entre sus amigos, una amiga... la mejor de todas, ya la citamos... Silvia. Es una jovencita muy inteligente. Tiene buenas calificaciones y es una linda chica, sencilla, tierna y sobre todo sabe escuchar a sus amigos, sobre todo a Leo con el que guardan una gran complicidad. Ella le ayuda con algunos ejercicios de matemática, le sugiere qué hacer para mejorar en idiomas y también firma la agenda de Leo cuando los profes mandan alguna comunicación desagradable a los padres.
Pero en ella algo tocó el límite en su amistad con Leo. Fue cuando le pidió que le ayude a conseguir el número del móvil de Beatrice.
Efectivamente, Silvia está enamorada de Leo pero Leo está enamorado de Beatrice.

El sueño de Leo y lo platónico de sus afectos va a sufrir un tremendo golpe cuando se entera que Beatrice está con cáncer. Ella tiene leucemia. La que era roja como el amor, en su sangre comienza a desvanecerse por que los glóbulos blancos le están arrancando la vida. El romance deviene en drama y la juvenil habitación de Leo, teñida del rojo más intenso, en un arranque de rabia se tiñe violentamente de un blanco tan pálido como el de una tumba.


Y hasta aquí te acompaño querido lector con mi comentario directo y descriptivo de esta película que te sugiero puedas verla en cualquier caso. Si eres padre de adolescentes te pido que pongas atención en Héctor y Ángela, los padres de Leo. Fíjate en su rol de padres. No los vas a encontrar perfectos pero sí creo que estuvieron a la altura de las circunstancias. Aparentemente permisivos con un adolescente que pinta las paredes de su habitación de una forma poco convencional pero dispuestos a poner el límite cuando es impostergable. Creo que son unos padres como le gusta a San Pablo. ¡Ja! ... ustedes dirán: ¿y qué tiene que hacer San Pablo en este entuerto? Tiene que ver mucho, sobre todo cuando nos dice: "... padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen..."

Por otro lado, si eres un adolescente, si tienes 17 o 15 o 18... te doy la pista. Observa a Leo, es medio loco, está medio chiflado pero cree estar enamorado... no lo está. Él lo cree. Leo es buena gente. No es casualidad: tiene un papá y una mamá. Como tú posiblemente, también piensa que sus padres no entienden muchas cosas y no saben otras dos mil. Se da cuenta que se equivocan en varios asuntos pero nada de eso nos indica que no los ama. Los ama y mucho. Pon atención también en Silvia, no es una compañera más. Ella es verdaderamente una amiga fiel. Tu sabes que alguien es un amigo de verdad cuando aplicas la formula de San Pablo: "no busca su propio interés ni es orgulloso"
Y Beatrice, es en verdad bella pero sufre mucho. ¿Y quién no sufriría en su lugar? Sin embargo ella dice que ha encontrado un Amor...  definitivamente hacia Él va pero esto no le lleva a rechazar la amistad de Leo. Ella es también una amiga fiel. Es ella que le abre los ojos a este gran soñador: "Leo... tu no me amas. Eso no es amor, eso se llama pasión".

En fin, una linda puesta en escena con la juvenil música de "Moda", el grupo de rock italiano, todo en su punto para poder disfrutar de un buen momento de cine en casa.



Entre mensajes de móvil, tareas, pósters, canciones, partidos de futbol, motos, miradas y sonrisas se encuentra Leo, un jóven inmerso en el torbellino de la adolescencia. Está enamorado de Beatrice, pero no sabe ni cómo acercarse. Pronto descubrirá que la chica de sus sueños sufre de un gran dolor.

Esta es la nueva película del Director Italiano Giacomo Campiotti, conocido ya en el ambiente del cine católico por sus bellas producciones como son "José Moscatti,el Amor que cura" "Santa Josefina Backita", "Prefiero el Paraiso" (San Felipe Neri) y la anterior y magnífica producción titulada "María de Nazaret", nos deleita ahora con este filme que se escapa, podemos decir, de aquello a lo que nos tiene acostumbrados: el cine religioso.
Pero como todo artista que lleva en el alma la belleza y que intenta en un combate permanente trasladar esa belleza de su imaginario a la realidad de un filme, él no traiciona su objetivo: hablar del hombre, de la vida, de lo bueno y menos bueno y entre todo esto hablarnos de Dios cuando nos habla del amor en el hombre. Esta es la historia de unos adolescentes que se abren a la vida con total ilusión, que sueñan el amor como lo hacen los adolescentes, de manera platónica, radical, loca, pero a quienes la vida les pondrá como exigencia un peso que los atraiga como la gravedad, hacia la realidad.
Esta historia es la historia del amor, de un primer amor que nace en el corazón de un chico, pero no se queda allí. Es un amor que será exigido y probado por el sufrimiento del ser amado. Trata como primero, probar si este sentimiento es en verdad amor o ilusión pasajera, y segundo, demostrar que los sentimientos puestos a prueba abren nuestros ojos frente a lo realmente trascendente y verdadero que a primera vista no parece amor pero que termina verdaderamente siéndolo.
Recomendable para padres que quieren comprender a sus hijos en esta bella pero difícil etapa de la vida. Muy aconsejable para los adolescentes que quieren saber lo que es verdaderamente el amor.
Inspirada en la novela de Alessandro D'Avenia.







Título Original: Bianca como il latte, rossa come il sangue
Título en Español: Blanca como la Nieve, Roja como la Sangre
País: Italia
Año: 2013
Guión: Alessandro D'Avenia y Fabio Bonifacci
Director: Giacomo Campiotti
Música: Andrea Guerra
Fotografía: Fabrizio Lucci
Actuaciones de: Filippo Scicchitano, 
Aurora Ruffino, Gaia Weiss,
Luca Argentero, Cecilia Drazzi,
Romolo Guerrieri y Flavio Insinna.
Duración: 110 minutos
Idioma: Castellano
Menú Principal
Menú de Escenas
Menú de Extras
Formato: DVD5
Región ALL
Sistema NTSC