martes, 1 de junio de 2010

SANTA MARÍA GORETTI, LA PELÍCULA













Cuando vi esta película por primera vez, fue inevitable recordar aquella lectura que de niño hice de un libro titulado: "Yo maté a María Goretti", escrito por Alejandro. Tenía entonces tan solo 9 años y esa lectura me marcó profundamente. Claramente habían cosas que me sobrepasaban pero una cosa si la tenía por cierta: en este mundo hay algunos seres humanos que son como Jesús. Sin saberlo ya tenía la primera definición de la santidad.

La importancia de esta película es enorme. Nos llega en un momento en que la palabra amor está vanalizada y hasta pervertida. El termino de castidad y de pureza no salen de nuestros labios sin encontrar frecuentemente en nuestros interlocutores una sonriza incrédula puesto que hablamos, según el juicio del mundo, de "conceptos propios de la edad media", "la edad del oscurantismo" en la que, para nuestra gran alegría, brillo el Sol de Justicia

Hay muchísimos elementos a rescatar a lo largo del filme. Una familia esforzada para la que el día a día se forja con esfuerzo y confianza en Dios, un padre presente hasta los 10 años de María y luego ausente por cuanto murió de malaria. Un sacerdote cercano a la familia que es el vínculo entre Dios y los hombres. La presencia de la madre como modelo de fe y de fortaleza lo mismo que de alegría y el rol de los hijos, especialmente de la mayor que tiene responsabilidades en medio de una familia que es pobre. La amistad y el amor de dos jovenes que pudo llegar a ser algo extraordinario y que producto de las malas influencias, la pasión sin freno y la inmediatez se convierte en el instrumento de una tragedia. Drama que el misterio de la providencia y el fiat de una adolescente lo convierte en historia santa porque en ello se cumple aquello que "donde abundó el pecado sobreabundó la gracia".

Historia:


Santa María Goretti nació en 1890 en Italia. Su padre, campesino, enfermó de malaria y murió. Una tarde, María estaba sentada en lo alto de la escalera de la casa, remendando una camisa. Aunque aún no cumplía los doce años, era ya una mujercita. Alejandro, un joven de 18 años, subió las escaleras con intención de violar a la niña. María opuso resistencia y trató de pedir auxilio; pero como Alejandro la tenía agarrada por el cuello, apenas pudo protestar y decir que prefería morir antes que ofender a Dios. Al oír esto, el joven desgarró el vestido de la muchacha y la apuñaló brutalmente. Ella cayó al suelo pidiendo ayuda y él huyó.



Titulo original: María Goretti

Fecha Estreno: 27 de Noviembre de 2005
Género: Drama
Director: Giulio Base Guión: Francesco Contaldo
Intérpretes: Massimo Bonetti, Luisa Ranieri, Flavio Insinna, Martina Pinto, Fabrizio Bucci, Marco Messeri, Luca Biagini, Giulio Base...
Duración: 95 minutos
Idioma original: Italiano.


Enseñanza:


María Goretti era una muchacha soltera que conocía el valor del matrimonio y de las relaciones sexuales. Sabía que la complementariedad de los sexos se manifiesta plenamente en el acto sexual, en el cual el hombre y la mujer se unen íntima y totalmente en alma y cuerpo por el amor que existe entre ellos. Entendía que el acto sexual sólo puede efectuarse dentro del matrimonio ya que es una manifestación de amor entre los esposos y para la procreación de los hijos.
Los jóvenes podrán preguntarse: ¿Hasta el matrimonio? ¡Faltan “miles de años”! Y mientras... ¿qué? Pueden aprovechar el tiempo del noviazgo para conocerse, tratarse, vivir en amistad y hacerse felices el uno al otro. El noviazgo es una preparación para el futuro matrimonio..


SANTA MARÍA GORETTI





SANTA MARÍA GORETTI Y LA PUREZA DEL CORAZÓN

Muy frecuentemente se confunde la edad biológica con la edad espiritual. ¿Qué quiero decir con esto...? Puede haber un hombre de 70 años con una vida espiritual de un no nato y puede también haber un niño de 10 años con la sabiduría de un abuelo.
Lo hemos dicho ya y seguramente lo seguiremos repitiendo: la santidad no es el lujo de unos pocos sino el deber de los hijos de Dios. Y cuando uno deja de mirar a los demás y se descubre así mismo, no es dificil encontrar nuestra propia miseria ante la cual decimos: ¿y cómo Dios puede pedirme algo así?. San Agustín nos ilumina para sacarnos de este impase y nos dice:
"Dios nos da lo que nos pide". Entonces necesitamos decir "yo creo Señor pero aumenta mi fe". Son los mismos Apóstoles que después de escuchar decir a Jesús que debemos perdonar
no siete veces sino hasta 70 veces siete, piden al Señor: "Aumentanos la fe". De lo contrario para nosotros es imposible. Y Jesús en otro lugar añadirá: "...por que para Dios no hay nada imposible".

¡Cuánta necesidad tenemos de abrazar el camino de la infancia espiritual!

Un ícono de la infancia espiritual y de la pureza de corazón es María Goretti, una joven adolescente que tenía claro cuál es el fin último de nuestras vidas y ante lo cual ella no transó.

Encontré este artículo en Catholic net y ahora lo comparto con ustedes.

______________________________________


Santa María Goretti, una joven que vivió la virtud de la pureza hasta el heroísmo.


Una santa que prefirió morir antes que ofender a Dios.



Un poco de historia...



Santa María Goretti nació en 1890 en Italia. Su padre, campesino, enfermó de malaria y murió.



Una tarde, María estaba sentada en lo alto de la escalera de la casa, remendando una camisa. Aunque aún no cumplía los doce años, era ya una mujercita.



Alejandro, un joven de 18 años, subió las escaleras con intención de violar a la niña. María opuso resistencia y trató de pedir auxilio; pero como Alejandro la tenía agarrada por el cuello, apenas pudo protestar y decir que prefería morir antes que ofender a Dios. Al oír esto, el joven desgarró el vestido de la muchacha y la apuñaló brutalmente. Ella cayó al suelo pidiendo ayuda y él huyó.



María fue transportada a un hospital, en donde perdonó a su asesino de todo corazón, invocó a la Virgen y murió veinticuatro horas después.



Alejandro fue condenado a 30 años de prisión. Por largo tiempo, fue obstinado en no arrepentirse de su pecado, hasta que una noche, tuvo un sueño en el que vio a la niña María, recogiendo flores en un prado y luego ella se acercaba a él y se las ofrecía. A partir de ese momento, cambió totalmente y se convirtió en un prisionero ejemplar. Se le dejó libre al cumplir 27 años de su condena. Al salir de la cárcel, una noche de Navidad, la de 1938, pidió perdón a la mamá de María, y aquella noche, en la misa de Gallo, comulgaron juntos.



El caso de María Goretti se extendió por todo el mundo. En 1947, el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la santa.



Santa María Goretti fue santa no por el hecho de tener una muerte injusta y violenta, sino porque murió por defender una virtud inculcada por la fe cristiana. A esta santa se la llama la “Mártir de la pureza”. Sus imágenes la representan como una campesina con un lirio en la mano, que es el símbolo de la virginidad, y con la corona del martirio.



María Goretti era una muchacha soltera que conocía el valor del matrimonio y de las relaciones sexuales. Sabía que la complementariedad de los sexos se manifiesta plenamente en el acto sexual, en el cual el hombre y la mujer se unen íntima y totalmente en alma y cuerpo por el amor que existe entre ellos. Entendía que el acto sexual sólo puede efectuarse dentro del matrimonio ya que es una manifestación de amor entre los esposos y para la procreación de los hijos.



Los jóvenes podrán preguntarse: ¿Hasta el matrimonio? ¡Faltan “miles de años”! Y mientras... ¿qué? Pueden aprovechar el tiempo del noviazgo para conocerse, tratarse, vivir en amistad y hacerse felices el uno al otro. El noviazgo es una preparación para el futuro matrimonio.



¿Qué hacer para vivir esta virtud?



Debes cuidar todo lo que ves y oyes. Y, recordar que tú eres una persona que tiene dignidad, inteligencia y voluntad y que eres diferente de los animales que tienen relaciones sexuales por puro instinto. La virtud de la castidad te dará fuerza para dominar y controlar tu impulso sexual.


Es más persona quien sabe dominarse, quien sabe controlarse, quien sabe guardarse íntegro para entregarse sin reservas a su futura esposa o esposo, que aquel cobarde y sin fuerzas de voluntad que entrega su cuerpo a cualquiera ante el primer estímulo que pasa frente a sus ojos.



¿Qué nos enseña la vida de María Goretti?


  • La principal enseñanza es la vivencia de la virtud de la pureza: pureza de alma y cuerpo.


  • A perdonar a nuestros enemigos, a pesar de que nos hayan causado un daño irreparable. Como también lo hizo el Papa Juan Pablo II, al perdonar a Alí Agca, quien tratara de asesinarlo en 1981.


  • María Goretti nos enseña a ser fuertes ante situaciones difíciles, confiando siempre en Dios.


  • Oración



    Santa María Goretti, este día te pido que me ayudes a vivir la virtud de la pureza, para entender que la castidad es un medio para cultivar mi voluntad y así, lograr la santidad en el estado de vida al que Dios me llama.


    Amén.