lunes, 7 de septiembre de 2015

DAR RAZÓN RAZONADA DE LO QUE CREO





"Estén siempre dispuestos a dar respuesta
a todo el que os pida razón de vuestra
esperanza" 1Pe 3,15

Todos los días hago una doble experiencia que no me deja para nada indiferente: veo en las personas la verdad robada a la verdad y sustituida astutamente por discursos sofistas que han logrado confundir la conciencia de gente bien intencionada y, también veo una inmensa sed por encontrar respuestas a miles de preguntas que suelen resumirse en la dirección de un camino que busca la felicidad, algunas veces por horror al sufrimiento.
Lo veo en amigos, familiares, gente bien conocida y un poco menos también. Lo veo en los medios de comunicación, en los líderes de opinión, también en el mundo de los políticos de oficio y los ciudadanos de a pie. En otros blogeros y en las opiniones, algunas veces tan violentas que no son dignas de provenir de alguien que se diga humano, en el sentido bello y verdadero del término.
Pero sobre todo lo veo en mi propia experiencia que también conoce estas dos vertientes: veo los años pasados, aquellos que están lejos (aún si siempre parece que no tanto) y en los que están más cerca al presente y constato cómo y en qué medida ignoraba alguna verdad, y por otro lado, la hondura apasionante de la Novedad Divina que no se agota sino que se multiplica gozosamente y que despierta la sed de conocerle más no tanto por deseo de saber sin más, sino porque conociéndole más y mejor es inevitable amarle así, en estas nuevas formas que ahora se hacen conocidas. 
Y siendo así que le vemos a Él, en Él también descubrimos quienes somos nosotros.
No hay manera más justa de reconocerse tan pequeño y tan amado que esta, y de esta forma damos gloria a Dios aun cuando enfrentamos nuestra propia miseria que no lucha ya más por ocultarse "del que todo lo ve" sino que se rinde delante de lo que ES, de lo que fue y de lo que será.


Quisiera iniciar esta mañana y esta nueva semana compartiendo con ustedes la certeza de una urgencia que es mejor no se postergue sino que se asuma. Los cristianos no podemos vivir en el mundo de hoy sin formarnos. No basta que conozcas tu fe. Eso es buenísimo, pero la fe no se concibe en justicia sino es compartida.
De niño pensaba que para ir al cielo tenía que portarme bien. No digo lo contrario, pero si me atrevo afirmar por el testimonio de la Iglesia, que nadie ira al cielo por sus propios méritos. Nadie se salvara "guardándose para sí mismo", ni siquiera del mal. No accederemos a la vida eterna sino en la perspectiva de la comunión. Mi hermano termina siendo para mí un sacramento porque es un signo del Dios invisible que me interpela y que reclama de mi persona lo mejor que pueda yo darle. Y yo también devengo en sacramento para mi hermano, de allí la urgencia de ser testigo.

En esa perspectiva, no basta conocer mi fe. Debo conocer la realidad porque como dice santo Tomas "La Naturaleza Divina no niega la humana, sino que la supone". Por eso, en este siglo en que el relativismo cientificista niega de manera tan pasmosa las verdades naturales, es indispensable desbaratar sus artilugios y trucos mostrando la verdad. Ojo que hablamos de una verdad natural y eso es muy importante y con el siguiente ejemplo verán por qué:
Hace unos meses, en la ciudad de Lima se hacía una marcha en favor de una ley patrocinada por un político interesado en el tema, era una supuesta "ley de unión civil" que lo que pretendía era preparar el camino al mal llamado matrimonio homosexual. Pues bien. Entre los opositores a estos grupos de la ideología de género había un grupo de evangélicos que enfrento la marcha con carteles y voces que gritaban: "La Biblia prohibe la homosexualidad" Le reacción a esa afirmación es muy predecible: "yo no creo en Dios... qué me importa que la Biblia prohiba o no este asunto"
Una ley así es incorrecta no solo para los creyentes en Dios sino para cualquier ser humano porque va en contra del sentido más elemental del orden natural.
No podemos pretender abordar estos asuntos únicamente desde la perspectiva de la fe sino que la caridad cristiana y también la razón nos exige abordarlos desde sus principios naturales para de manera gradual elevarlos al fin último a lo que estos nos deben conducir.


Lo mejor que podemos dar a los demás es a Cristo, pero para que sea real tiene que tener la forma del acto en el que damos nuestra propia vida. Alcanzar a los demás, darles el encuentro no puede hacerse sino desde la verdad y desde el amor. Una verdad expuesta sin amor puede destruir a la otra persona. Pero una verdad expuesta con el ánimo de entregar a la "Luz del mundo" que es Cristo, que no se impuso a nadie sino que se entregó por amor, puede resultar siendo mejor que un salvavidas.
Nuestra misión es la de anunciar la buena noticia. Nosotros no salvamos a nadie, solo anunciamos a Cristo. Si este anuncio requiere preparar el terreno, no es necio formarse. Por el contrario, hace parte de la caridad cristiana.

¿Y cómo puedo hacer para formarme?

Hoy día hay muchas formas. Solamente hablando de la web, hay varios lugares donde podemos encontrar respuestas oportunas y sobre todo confiables a nuestras preguntas. Me permito citarles algunos de estos lugares:

La Santa Sede: w2.vatican.va

Corazones: corazones.org


Portal Católico: http://www.es.catholic.net/

Fe y Razón: feyrazon.org


Estos entre algunos otros. Pero también cuidemos dónde nos informamos de lo que ocurre en el mundo. Cuántos católicos andan creyendo cosas que "supuestamente dice el Papa Francisco", cuando en verdad el Papa nunca dijo eso.
Cuántas noticias falsas en torno a la fe o a las realidades sociales y hasta económicas dan vuelta por los medios seculares, totalmente direccionadas, perversamente manipuladas...
Cuántos medios de comunicación secular en el mundo han abordado el terrible holocausto y el escándalo que se ha destapado respecto al genocidio operado por Planned Parenthood... en el Perú ningún medio de comunicación televisivo de señal abierta se ha ocupado ni siquiera minimamente de este horror... ¿por qué no te haces la pregunta a qué se debe eso?
Desde el 19 de setiembre del 2011, es decir, desde hace ya 4 años, nosotros venimos mostrando esto...

 

¿Dónde buscar información correcta?


Archivos de "PUNTO DE VISTA": 

CARA A CARA: 

AGENCIA ZENIT:


De manera que no podemos decir que no hay medios. Los hay y están al alcance de la gran mayoría. Ahora lo que necesitamos es el tiempo y sobre todo la voluntad de formarnos.
La Voluntad se alimenta por la necesidad. No buscamos lo que no deseamos. Así que queridos hermanos, lo primero es desear ser instrumentos en las manos del Señor. Si no queremos allí se agota el tema. Solo se me ocurre decirle a quien así dice: "Pídele al Señor que haga nacer en ti este deseo porque no solo es importante para los demás... es fundamental para tu persona".

Creo, estimados hermanos que esta necesidad es a la vez una manera de mantener encendido el amor de Dios en nuestras vidas, cosa que nos asegura grandes alegrías no solo para la eternidad sino también para que podamos gustarlas desde el presente.