Los amantes de la literatura con seguridad habrán incursionado en sus diferentes géneros. Pues bien, hoy abordaremos el de la novela policíaca y de suspense.
Sherlock Holmes es el personaje detectivesco tal vez más conocido ya que su solo nombre nos introduce en los colores y matices propios de la novela policíaca. Su creador, el escoces Arthur Conan Doyle, supo esbozar con pinceladas literarias muy a su estilo los rasgos suficientes para encajar en ese personaje toda la inteligencia, sagacidad y misterio que generan el atractivo de las varias historias protagonizadas por Holmes, siempre acompañado por su "Elemental y querido doctor Watson"
Entre los renombrados no pueden faltar las novelas de la señora Ágata Christie quien toca temas no exclusivamente del género del que hablamos sino que también románticos. Logró una prolífica colección de novelas muy requeridas y esperadas en su momento con gran entusiasmo por el público.
Sin duda, ambos escritores británicos han conocido el éxito generosamente y han logrado superar su propia época, no solamente a través de la literatura sino que a partir de ella, sus logros han sido llevados al cine desde hace ya buen tiempo y con igual o superior resonancia.
Chesterton: un literato postulado a santo
También Británico, Gilberth Key Chesterton es un gran escritor y periodista, creador de poesía, relatos y cuentos que llegan al lector con un sabor y un estilo muy particular. A los 48 años acogió la fe católica en su ser y desde entonces asumió desde la apologética una proclamación del Evangelio y de la verdad en Jesucristo, desde la tribuna cultural en la que se encontraba pero en un contexto que sigue estando muy presente hasta hoy ya que en sus tiempos, el relativismo minaba la conciencia de las personas y las alejaba de su trascendencia, dañando gravemente lo más esencial de la persona humana que es su conciencia.
Su esposa, Frances Blogg, de origen anglicano, influyó notablemente en el camino de conversión del escritor quien en algún momento de su vida llegó a declararse ateo. Es impresionante como una persona no solo puede, con la ayuda de la Gracia Divina, dar literalmente un giro de 180 grados en su vida, sino que a través de su obra puede ser un instrumento eficaz para que otras vidas sean acercadas con la misma fuerza a la fuente de todo bien que es Dios.
Es el caso en Chesterton, razón por la cual su causa de beatificación está en curso, cosa que nos alegra profundamente porque las virtudes heroicas que se disciernen en su vida resaltan notoriamente en la forma de la bondad y de la humildad, ademas de ser un hombre que denuncia el ataque a la razón y la facilidad con la que el hombre ligero renuncia al acto inteligente, bueno, sólido y coherente.
Sin duda es este tipo de modelo de santo que nuestro mundo contemporáneo requiere en grado de urgencia.
Chesterton y el Padre Brown
Es imposible disociar al autor de su obra. Así como la impronta de Dios yace en todo lo creado, de forma análoga el alma del creador en sus versos y renglones.
Que Chesterton era un hombre que atesoraba con ahínco adentrarse en el bien a partir de la simplicidad de lo cotidiano, lo dicen sus escritos y en particular esta jugosa y atractiva colección de relatos inteligentes y seductores que podríamos titular "La Saga del Padre Brown".
¿Quién es el Padre Brown?
Se trata de un sacerdote que cuenta con la sabiduría de por lo menos medio siglo de experiencias en este mundo terrenal. No es un erudito ni un filósofo de abismales profundidades, tampoco es un pseudo místico desencarnado buscando a Dios en la estratosfera de lo emocional. De ninguna forma es un cura convencional sino uno que ha sabido conjugar por lo menos dos pasiones: el amor a las almas y la pasión por descubrir la verdad en medio de circunstancias de intrincado discernimiento.
A propósito de esto último, preguntaré al lector que se acercó curioso a este blog atraído por este personaje:
¿Imaginó alguna vez un detective que sale a la caza del criminal y al hallarlo devela ante él su único y superior propósito que es salvarlo de una condena eterna?
Pues bien, si quería saber quién es el Padre Brown, es justamente ese detective espiritual a la caza de las ovejas desorientadas que ha de conducirlas hacia donde deben estar, su destino final que da razón del por qué de su existencia.
Si dejamos hablar al Padre Brown, con inequívoca certeza llegaremos al corazón de su autor:
"La humildad es la madre de los gigantes. Uno ve cosas grandes desde un valle, pero solo cosas pequeñas desde una cima. "
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"Soy un hombre y por lo tanto tengo a todos los demonios en mi corazón"
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"Solo hay un enemigo -dijo el padre Brown- que es más fácil de matar con una daga que con una espada.
- Lo sé -dijo la mujer. - Uno mismo".
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"Lo que más tememos todos -dijo el sacerdote en voz baja- es un laberinto sin centro. Por eso el ateísmo es sólo una pesadilla".
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Hasta aquí mi comentario a propósito del entrañable Padre Brown
que por cierto esta muy lejos de agotar todas las cosas que de él pudiéramos decir. En todo caso y para terminar si he de deslizar alguna percepción personal que hasta toca mis afectos, les diré que en el Padre Brown hay mucho de Chesterton pero que a la vez en Chesterton está la esencia del Padre Brown:
¿Será por eso que le postulan a santo...?
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