Hoy hablaba por la mañana con un grupo de jóvenes adolescentes sobre el hecho que, a diferencia de la sociedad limeña de finales del siglo XVI, contexto en el que vivieron los santos peruanos como Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo y San Juan Masías, nos toca a nosotros vivir en un contexto muy diferente. Pero la pregunta es: ¿debemos vivir de manera diferente?
Estos santos peruanos a los que me refería escogieron una forma de vida. ¿Poseemos esa misma libertad para vivir esta intimidad con Dios?. Acepto que nos ha de resultar bastante más complicado, entre otras razones porque el entorno es enemigo de Dios, aun si algunas veces quiere aparentar otra cosa y se suma a esto que el hombre del siglo XXI es bastante más frágil que el de antaño porque la virtud es algo que pocos buscan con pasión.
Eso ha ocurrido porque nosotros lo hemos permitido, porque como dice el pobre de Asís, "El Amor no es amado", no hemos sabido amar al amor y le hemos despreciado repetidas veces.
Sacar a Dios de la vida de nuestra sociedad y de la cultura no es un affaire del nuevo siglo. Como dijo san Pablo a los romanos nos dice hoy también a nosotros: "Queriendo hacerse sabios se volvieron necios".
Y nuestra "sabiduría" obtusa ha sido esa, querer ser libres de toda forma de autoridad paterna o Divina. Ser libres para hacer lo que nos place. Por tanto, henos aquí totalmente atiborrados del hartazgo del sin sentido de unas leyes que insultan la inteligencia más elemental y que nos enfrentan a la amarga experiencia de la negación de lo que nos es propio y más sagrado: lo humano.
Sin embargo, es posible ser libre si eso se quiere.
Los cristianos estamos llamados a la esperanza. Esa es nuestra vocación esencial, guardar siempre la esperanza en el Amor. Por eso, lo que he escrito líneas arriba no es sino la introducción de la proclamación de mi esperanza. No podemos esperar desde la ilusión, ni desde la mentira o las promesas humanas, por bellas que estas sean. Si esperamos es en Dios, por eso tenemos fe. Y porque creemos en alguien Todo poderoso y misericordioso es que podemos esperar en la humanidad porque si alguien quiere salvarse: ¿quién se lo impedirá? Todo está dado en Jesucristo para que lo que naturalmente nos es imposible, ahora lo sea desde la fe.
"Nadie ya podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Jesucristo"
Dicho esto, resulta un deber ocuparnos de nuestros hermanos los hombres, porque nosotros antes vivíamos sin esperanza y ahora la tenemos. ¿Cómo dejar a un niño abandonado a su suerte?
¿Cómo dejar a un ser humano sin anunciarle a Cristo?
En la lista de los sufrimientos que conoce la humanidad hay algunos que caben en el orden de lo espiritual. A inicios de este año se ha publicado una película documental que recoge el testimonio de uno de estos sufrimientos. La posesión demoníaca es una de las realidades más tristes que pueda padecer un ser humano. Gracias a Dios los casos son contados pero a causa de la imprudencia, la ignorancia y sobre todo la curiosidad de las personas puesta en lo oculto, estos casos aparecen en diferentes lugares del mundo.
El tema fue traido hace ya varios años por el cineasta americano William Friedkin, director de la conocida película "El exorcista".
Es muy interesante el documento que nos ofrece hoy como eco de su película primera, porque ha ido a buscar las respuestas a estos casos en la persona más autorizada para hablar de ello y lo ha hecho en un momento en que el padre Gabriel Amorth, exorcista del Vaticano y Roma, a sus avanzados 91 años se preparaba para dejar este mundo en agosto del año 2017.
William Friedkin, director de la afamada película "El exorcista", después de varios años se interpela sobre el tema de las posesiones demoníacas y en esa búsqueda, sigue a un anciano sacerdote de 91 años, el padre Gabriel Amorth, que es un exorcista experimentado, con seguridad el más conocido en estos temas y el más autorizado por el Vaticano. Es así que viaja a un pequeño pueblo italiano donde el sacerdote practicará un exorcismo real a una atormentada mujer.
Este documental tendrá un valor solo para aquellos que lo abordan desde la fe. Un espíritu cartesiano está autoprogramado para negar este tipo de cosas a las que acusa de provenir de una mente fantasiosa, de la sugestión o del fanatismo religioso. Sin embargo, el demonio existe y el mal también.
Los científicos con la mejor voluntad del mundo, no pueden aportar respuestas sino científicas y por lo tanto y con todo derecho, solo pueden decir eso: "No sabemos"
Friedkin ha encontrado en el padre Amorth un exorcista muy diferente al de su película de antaño y queda claro que para él, Gabriel Amorth es un hombre santo, hombre de virtud, de tanta autoridad espiritual, la suficiente como para aplacar a los demonios y en un contexto tal, llevar la cosa con desenfado y hasta con mucho humor. Amorth le crítica a Friedkin con benevolencia algunos efectos especiales que alejan el tema verdadero de lo que presenta su película "el exorcista", sin embargo, aprueba el hecho que esa película ha puesto el tema nuevamente en vigencia.
¿Cómo el padre Amorth permite que se filme un exorcismo?, este sujeto resulta seguramente, por decir lo menos, polémico.
Sin embargo, el padre Amorth falleció el 2017, después de esta filmación y gracias a esta intuición Divina, él aún está aquí para mostrarlo.
"Si hay demonios entonces hay ángeles" concluye el director.
Pues sí, estas personas que sufren de esta desgarradora enfermedad espiritual han de esperar en Cristo y con ellas, nosotros también esperamos se manifieste el Señor a través del ministerio de la cura de almas de otros santos sacerdotes que tomen la posta que Gabriel Amorth ha dejado para los valientes de Dios.
Entonces la Iglesia podrá contestar como ayer, hoy tambien:
"Maranatha, ven Señor Jesús"
Título Original: The Devil and Father Amorth
Título en español: El demonio y el Padre Amorth
País: Estados Unidos
Año: 2017
Director: William Friedkin
Guión: William Friedkin y Mark Kemode
Música: Cristopher Rouse
Fotografía: William Friedkin, Robert Yeoman
y George Giaimo
Reparto: William Friedkin,
Gabriel Amorth, Robert Barron
y Peter Blatty
Duración: 70 minutos
Idioma: Inglés
Subtítulos: Español
Imagen: 16/9 HD
Sonido: 5.1 Dolby Stereo
Menú principal y de Escenas
Menú de Extras
Formato: DVD5
Región: ALL
Sistema: NTSC